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Hoy en día, aunque los coches más nuevos rara vez enfrentan este problema, es común en España, donde la antigüedad media del parque automovilístico ronda los 10 años. El frío, el viento, la lluvia y el hielo pueden hacer que arrancar el coche en invierno sea un verdadero desafío.
Sin embargo, siguiendo algunas pautas sencillas y asegurando un buen mantenimiento, es posible evitar que el coche te deje tirado en esos días en que el termómetro baja de cero. Aquí te ofrecemos una guía básica con soluciones para arrancar tu coche en frío.
Las bajas temperaturas afectan varios componentes del vehículo, como la batería, el aceite, las bujías o los calentadores, que pueden ser la causa de un arranque fallido. Sin embargo, con un correcto mantenimiento, estos problemas son completamente evitables.
Un coche protegido en un garaje tiene menos probabilidades de sufrir problemas al arrancar en invierno. Si no dispones de garaje, busca un lugar donde el coche esté lo más resguardado posible de la lluvia, el viento y el frío nocturno.
La batería es una de las principales culpables de que tu coche no arranque en frío. Si el coche no enciende por la mañana, intenta calentar la batería colocando unos paños secos y calientes sobre ella. Si esto no funciona, y la batería tiene varios años de uso, puede que necesite ser reemplazada. Recuerda que las baterías no avisan cuando están a punto de agotarse, por lo que un chequeo regular puede evitar sorpresas desagradables.
Si tu coche es de gasolina y arranca con dificultad, el problema podría estar en las bujías. En los coches diésel, los calentadores son fundamentales para facilitar el arranque en bajas temperaturas. Asegúrate de esperar a que los testigos de los calentadores se apaguen antes de intentar arrancar nuevamente.
El aceite en mal estado o inadecuado para el invierno puede dificultar el arranque. Un aceite más denso puede llegar a congelarse o afectar el rendimiento del motor en temperaturas muy bajas. Es vital realizar los cambios de aceite a tiempo y asegurarse de que se utiliza el tipo adecuado para las condiciones climáticas de invierno.
La mejor forma de evitar problemas con el arranque en frío es llevar a cabo un mantenimiento periódico de tu coche. Desde la batería hasta el aceite, cada componente debe estar en condiciones óptimas para garantizar un funcionamiento eficiente y seguro. Además, una revisión profesional puede identificar fallos antes de que te dejen tirado en medio de la carretera.